martes, 5 de octubre de 2010

Ayer encendí la calefacción. Otra vez. La calefacción es como el entierro del verano, el rito perfecto para olvidar la pérdida de tiempo, los putos fuegos artificiales, los huesos derretidos, las bebidas con limón, los viajeros simpáticos de paso. Porque la gente que de verdad te quiere está contigo en invierno y te aguanta cuando tiritas de frío y te pasa un trozo de su manta. Y no se van por la mañana porque por la mañana es de noche.

2 comentarios:

Valeria Chaos dijo...

...y cuando en invierno esa gente está lejos, el invierno es tan jodidamente frío, y taaaaaaan largo...como lo va a ser el mío. (mierda)
me acabé la teoría king kong, ayer del tirón :) hoy colgaré algún fragmento. brutal, sí sí.

Zo Brinviyer dijo...

ya nos pasaremos trozos de manta o de libros que calienten el alma...
esta noche le hinco el diente a las obras incompletas...