jueves, 4 de marzo de 2010

He mandado a la mierda mis propios planes literarios. No hay nada peor que estructurar y organizar el placer. Es tan absurdo como apuntar en la agenda la hora a la que vas a follar. Ahora leo sin ningún tipo de orden, dejando que los libros me secuestren. Así, por casualidad, cayó en mis manos Push de Sapphire, la biografía de Mengele, o una joya sorprendente: Fuck América, de Edgar Hilsenrath, a quien espero poder ver en el Goethe-Institut ¡HOY!, si logro llegar hasta allí.

1 comentario:

El Beso de Woody dijo...

SIN ESTRUCTURA PERO SIEMPRE CON PLANES LITERARIOS, ASÍ DEBE SER!!!
GENIAL LO DEL GOETHE!!!