jueves, 25 de noviembre de 2010
Cada vez que vuelvo a tener un esguince, o a tener fiebre, o alergias, o cuando me toca revisar mi riñón, cada vez que me pinchan, o que se inflaman los ganglios, o que detecto la infección, o que se atraganta una vértebra, o que miro el techo de la sala de espera, o que me duele al mear, o que meo en un bote de plástico, o que espero a que las pastillas efervescentes se disuelvan, hay algo, algo nuevo se revela, arde suavemente.
Y ahora me doy cuenta, qué inútiles fueron mis intentos por aparentar lo que no soy, peleando y mordiendo. La enfermedad continúa. O la desventaja. O la debilidad. Y me sigo preguntando cómo lo hice. Cómo lo hice para ponerme a la altura de los fuertes.
Y no sé si quiero seguir esforzándome.
martes, 23 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
enfermedad del alma
Todos los enfermos producían esputos ininterrumpidamente, la mayoría en grandes cantidades, muchos de ellos no tenían sólo una sino varias botellas de escupir al lado, como si no tuvieran tarea más urgente que producir esputos, como si se animasen mutuamente a una producción cada vez mayor de esputos, todos los días se celebraba aquí una competición, eso parecía, en la que, por la noche, se llevaba la victoria el que había escupido más concentradamente y en mayor cantidad en su botella de escupir.
El Frío, Thomas Bernhard
esputo
Ese es el secreto de los castigos de los dioses, tal vez luego alguien venga a salvarte, pero en principio son para siempre. La piedra de Sísifo se le cae una y otra vez y él nunca puede alcanzar la cima. Podría aceptar que un buitre se comiese mi hígado una vez o que un día tuviese que subir una piedra por la montaña. Pero no podría aceptar que eso sucediese sin fin, como no acepto tener que escupir cada medio minuto, y ya llevo cinco días. Siento un pozo en el pecho; no hay corazón, ni pulmones, ni bronquios, sino un pozo inmundo.
martes, 16 de noviembre de 2010
febril
viernes, 12 de noviembre de 2010
y aguantar
jueves, 11 de noviembre de 2010
¿Qué coño es eso de la "felicidad"?
Sea lo que sea, la felicidad, estoy en contra.
Nada de lo que me habían dicho se ha cumplido, nada de lo que yo me había imaginado se ha hecho realidad.
Sólo puedo ocuparme de sobrevivir hoy. Y este odio hacia la gente feliz, la gente que le va bien, la gente que confía y que consigue todo, que acaba lo que empieza, y que parecen seguir una línea recta sin torcerse jamás, me da fuerza. El odio me fortalece. Estar en contra o no estar.
sábado, 30 de octubre de 2010
viernes, 29 de octubre de 2010
resistiendo

Lawrence comprende que la disciplina del ejército regular impone un límite de energía alcanzable, restringe y asfixia la individualidad para obtener el mínimo común denominador de los hombres. Y sabe que la preparación del guerrero debe ser tan meticulosa a nivel físico como moral y espiritual, porque ante el enemigo siempre estamos solos. Lawrence afirma que “en la guerra irregular si dos hombres están juntos uno está siendo despreciado. La tensión moral que implica la acción aislada hace de esta forma de guerra simple algo muy duro para el soldado individual, y exige de él una iniciativa especial, resistencia y entusiasmo”.
Como soldado en el margen le pregunto a Lawrence quién va a recogerme si me derrumbo, si dudo, si ardo, si enfermo.
Lawrence propone ser como el viento, estar en todas partes y en ninguna, siempre en otro lugar, negándole al enemigo un blanco contra el que disparar. No ver al enemigo, ni dejarse ver por él. Desaparecer. Porque “los fantasmas pueden causar mucho miedo a los ejércitos”.
miércoles, 27 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
miércoles, 29 de septiembre de 2010
29-S
me alegran las huelgas,
los estallidos, envidio las vidas
de los demás, cuando despiertan,
les abrazo con mis ojos secos.
sábado, 25 de septiembre de 2010
septiembre
Vuelvo al blog después de unos meses de silencio y desdicha. Nunca había odiado tanto el verano como este año. Me he dejado asfixiar por el calor y las palabras. El premio Calderón de la Barca ha sido una bofetada para salir de la parálisis cuando ya estaba a punto de abandonar. Hoy me he vuelto a levantar con la sensación de que alguien se estaba burlando de mí...
Me hubiese gustado decir no que vengo de la Resad, sino que vengo de la precariedad. La verdad. No me quejo de no recibir subvenciones para montar teatro, jamás he pedido una. No soy una empresa. Ese discurso lloroso y quejica de los dramaturgos me pone enferma. Llevo desde la adolescencia haciendo todo de forma independiente. Y cuando digo que me he dado muchas hostias no me refiero a que no me han dado subvenciones. Me refiero al dolor que produce no conseguir decir lo que se quiere decir, llegar adonde hay que llegar. En ese sentido es en el que me caigo y me levanto una y otra vez. Escribir no da alegrías, ni siquiera alivia.
Un premio no significa que todo esto que hago valga la pena. Cada día me cuestiono lo que hago, escribo arrastrándome y fracasando, resistiendo. No creo que eso cambie.
No creo que sea un trampolín porque mi objetivo no es saltar y caer en el mundillo del teatro, que es una pasarela terrorífica donde ver y ser visto y de la que no formo parte.
Sé que es contradictorio porque lo que escribo es teatro, y no otro género, pero me siento al margen. Y quizá es mejor que siga así, para no perder del todo la fe.
jueves, 11 de marzo de 2010
lucidez

Virginie Despentes
lunes, 8 de marzo de 2010
"proletaria de la feminidad"
Tengo en el cuerpo la Revolución Despentes. Teoría King Kong. Ayer devoré este libro con la sensación de que me interpelaba a mí y sólo a mí. No sé cuánto voy a tardar en digerirlo. No sé cuándo podré hablar de ello, escribirlo. El libro me ha reflejado como un espejo, vomitada, dolorida, acallada... lo que llevo más de diez años queriendo olvidar.
Hay palabras que todavía no soy capaz de decir, después de tanto tiempo. El esfuerzo por ocultar ha dado su resultado. Lo que no se nombra, no existe, no ha ocurrido. Aunque el cuerpo tiene su propia memoria. Todo vuelve. Hoy me he despertado con todo aquello bombardeándome. No me lamento. Pero no sé cómo deshilvanar la náusea.
[ Aquí hay varios extractos del libro: http://www2.unia.es/artpen/descargas/despentes_teoria_king_kong00.pdf
Y una entrevista: http://www.melusina.com/rcs_gene/54-062.pdf ]
domingo, 7 de marzo de 2010
Rock'n'roll
Es algo que yo digo mucho pero que nunca cumplo. Siempre acabo volviendo.
Así que no me voy a poner tan radical. Pero voy a decir que no creo que vuelva a ver nada más de Álex Rigola. Con San Tom Stoppard no me voy a meter. La obra me dieron ganas de leerla tranquilamente en mi casa, sin tanto artificio alrededor.
A mí lo que me preocupa es no emocionarme nada.
Joder, la obra dura casi 3 horas (que no aguanté). Es un despliegue constante de medios. Y algunos sabemos lo que puede costar cada caprichito: el césped, la plataforma que se eleva, la nieve... Rock'n'roll es como una demostración de perfección. La iluminación, las transiciones, el uso del espacio... Pero y después ¿qué?
Es una pena que no sea una demostración de fuerza. A mí me encanta sentir a un actor dejándose la piel a toda costa.
Pero aquí no había lugar para eso, se trataba de decir todas esas palabras juntas (un grandísimo discurso detrás de otro), y chillarlas para que todo el mundo las oiga, y hacer entonaciones para que no sea tan monótono. A eso lo llaman "defender la palabra". Cuando no sucede nada en el cuerpo, cuando no hay emoción -ni verdadera ni falsa, ni en el espectador ni en el actor, ni en todo el montaje-, le llaman "defender la palabra". Un teatro de la palabra. Qué cojones es eso.
¿Se refieren a que me tiene que "estimular intelectualmente"?
Había algo robotizado en la obra, es una sensación: el ritmo, el engranaje estético, y los actores en medio... Una maquinaria en la que era bastante difícil entrar (y disfrutar). Formas vacías. Qué tristeza.

Claro, si no se tiene ningún sentido del humor -como es mi caso-, experiencias como la de Rock'n'roll pueden destrozarte. Lo único que me queda es mi libertad para no volver a ver una "rigolada". No hay nada más que pueda hacerse frente a estas monstruosas producciones...
viernes, 5 de marzo de 2010
Edgar Hilsenrath en Madrid
1.- Después de la sucesión de agradecimientos de unos y otros, se presentó el libro. Hilsenrath leyó un fragmento. Y después las preguntas. De toda la gente que estábamos allí, creo que sólo dos habíamos leído el libro. Aún así hubo bastantes preguntas al señor Hilsenrath. Preguntas muy generales y bastante tontas, esa es la verdad. En este país nos encanta hablar de lo que no sabemos. y sobre todo, que nos den un micófono para lucirnos todo lo que podamos en 43 segundos y demostrar que tenemos opiniones propias. A mí me dio cierta vergüenza cuando se le preguntaba por cosas que están en el libro, como el por qué del título (Fuck América). O peor todavía, por cosas que tienen que ver tangencialmente con su obra y su trabajo.
Los libros no se hablan, joder, se leen y se experiencian.
A favor del acto puedo decir que fue un placer escuchar la voz del traductor, Iván de los Ríos, que transmitía un reflexivo y hondo amor por la obra de Hilsenrath (y por la literatura en general). Y eso se agradece, sobre todo cuando la presentación de un libro corre el peligro de convertirse en un circo.
2.- Lo mejor de todo: Edgar Hilsenrath es un señor que tiene 83 ¿o son 84? años. Es decir, que él, a estas alturas de la vida, NO tiene que vender nada. Y si a Hilsenrath no le apetecía contestar a una pregunta tonta, no la contestaba.
A mí en realidad no me hacía falta conocerle en persona para saber que es uno de los hombres más libres que he leído. Y hablo de libertad sin pudor. Y sin exagerar.
Fuck America es una novela irreverente, hiriente, mordaz. Transgresora, en el sentido profundo de una palabra tan gastada. Escrita hace más de 50 años, da mil vueltas a todas esas novelas baratas sobre experiencias "límite".
Hilsenrath es un sabio señor judío que se ríe de sí mismo, se ríe de Alemania, de Europa, de América, se ríe del dinero, de la emigración, de la política, de la literatura y los escritores, de la historia, de la vida y de la muerte, del sexo, de los sueños y de las promesas.
Hilsenrath no tiene nada que ver con Lanzmann ni con W.G. Sebald -como ayer sugerían varios asistentes a la presentación. Hilsenrath es un escritor aparte. Eso se ve a primera vista, en cuanto se empieza a leer su novela. El impacto que ha tenido Fuck America en mí no puede ser ampliado, ni siquiera por el propio autor. Es en ese sentido en el que me siento decepcionada.
Edgar Hilsenrath no estaba ayer en el Instituto Goethe.
Edgar Hilsenrath está en su libro, sigue y seguirá estando ahí.
(3.-) Por cierto, la editorial (Errata Naturae) es la misma que ha traducido y publicado El niño criminal. Ese es mi libro del 2009, sin ninguna duda, el que me ha devastado y me ha inyectado la fuerza para resistir y sobrevivir un año más. Y el que sigo leyendo y releyendo.
jueves, 4 de marzo de 2010
my name is

¿Cuánto puede durar esta fiesta, esta farsa? Ni se sabe.
miércoles, 17 de febrero de 2010
desconexión
Hoy soy una detective paralítica que no encuentra las pistas del asesino. Quiero dormir para poder ser otra, mañana. Ésa es mi ilusión.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Arvo Pärt
A veces me invade el pasado y el presente se desboca. No sé cómo deshacerme de todo. Quedarme en medio de este minuto, sin nada más.
como una futbolista


1 semana después. Del morado al amarillo.
Estas indecisiones son sólo una consecuencia más de las jeringuillas de anticoagulante que me chuto para el hematoma del empeine. Creo que se me ha diluído demasiado la sangre, he perdido capacidad de reacción. No quiero ver nada.
sábado, 30 de enero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
Hay tres categorías en las prácticas de tortura empleadas en las cárceles de la CIA:
-preparatoria (desnudez, manipulación de la alimentación, privación del sueño)
-correctiva (los golpes)
-coercitiva (duchas de agua fría, encierro en cajas, suplicio de la bañera)
(ver link>> torturadores)
jueves, 7 de enero de 2010
lunes, 4 de enero de 2010
lo carcelario
(Vigilar y castigar -Foucault-)
Reprimir las palabras inútiles... es lo mejor que puedo hacer hoy.
sin miedo
Pero ahora mismo es imposible: vuelvo a Cioran, a Schopenhauer, a Pizarnik, a Walser, a Pasolini, a Plath... Ellos son mi patria y mi edad. Vuelvo a los 15 años para escribir, no sé hacerlo de otra manera. Escritura adolescente.
Pero además, este año voy a añadir a Genet y a Foucault. Me voy a entregar a ellos, les voy a arrancar el alma, me voy a meter sus palabras en vena, hasta la extenuación, voy a aprenderlo todo todo todo.... No me hacen falta más profesores este año, sólo ellos. Las asignaturas se llamarán: delincuencia, amoralidad, resistencia... Los horarios serán 24 horas.
viernes, 1 de enero de 2010
ya pasó...

Tiene gracia que yo también haya caído en la trampa del "año nuevo", tiene gracia que yo también tenga esperanza. Qué tontos somos, pensando que algo va a cambiar, que podemos cambiar.
Yo también.
No me ha hecho falta encender la tele para creer que este año va a ser mejor.