martes, 16 de noviembre de 2010

febril

En mi tercera noche luchando con la fiebre empiezo, no sé por qué, a intentar recordar todas las casas en las que he vivido, y luego intentaba acordarme de cómo eran antes de las reformas, y de los colores y papeles diferentes que han ido teniendo las paredes, y cuántas veces y cómo he cambiado la disposición de mis cuartos, y qué posters exactamente hubo pinchados, y qué citas escribí con rotulador waterproof sobre el gotelé, y cómo olía el corcho del suelo, y cómo entraba girando la luz la luz la luz

3 comentarios:

Helena M. dijo...

precioso.
ponte buena...

besotes

h i l i a n d o dijo...

a mi me gustan los estados febriles. todo es como más borroso, más débil, más delirante. cuidese.

Aver dijo...

Y como entraba girando la luz la luz la luz...

como una gilded Pavlova.