domingo, 27 de diciembre de 2009

El resentimiento se va calmando. Despacito. Siempre tengo la ilusión, como todos los tontos, de que el cambio de año va a traer cosas buenas. Y que hay que dejar atrás lo malo de esta temporada. Es difícil salir del infierno, abandonar el placer que produce el dolor.
Y el odio.
Creo que podría seguir odiando durante los próximos años. Feliz 2010. Feliz 2011. Feliz 2012. Pero me cansa tanto, es extenuante odiar.

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