sábado, 26 de diciembre de 2009

Diario de una depredadora

Ayer estuve todo el día sola, absolutamente sola. He cumplido lo que llevo diciendo años: no celebrar la navidad, no celebrar nada. Lo he cumplido por fin. Y he sido un poco menos infeliz. Y HE SOBREVIVIDO al gran día, sólo por eso hoy me considero una afortunada. Sigo leyendo a Lydia Lunch. Paradoxia es el mejor libro que podía leer ayer. Creo que es lo más sucio que he leído nunca, la escritura más depurada de la suciedad y el erotismo. Con 17 años quería escribir esta novela. Habría sido un alivio conocer a Lydia Lunch cuando tenía 17, me habría sentido mucho menos sola y menos rara.
Sigo sintiendo que estoy dividida, que no soy del todo yo en ningún momento, que siempre tengo que hacer un esfuerzo y adaptarme.

2 comentarios:

Laura dijo...

Siéntete rara, sé rara, es lo mejor que le puedes aportar al mundo. Tú.

Anónimo dijo...

Paradoxia, también. Melusina, cómo no. El libro es una patada a las gónadas, y temo que demasiado déja vu en lo personal. Adoro a Lydia. Como actriz, directora, performer, cantante, escritora. Una Da Vinci de la podredumbre. Ja, ya le he puesto una etiqueta para venderla. La falta que le hace.

Shalom.