viernes, 1 de abril de 2011

el peso del mundo (para V.)

Ayer. V. y yo hicimos una comida apache y durante 3 horas sólo hablamos de amor. Y no de literatura. Ni del mundo. Me acosté con muy mala conciencia. Creo que pienso que hablar de amor es una pérdida de tiempo y una gilipollez. Y que sólo los idiotas y las mujeres huecas hablan de amor.
Lo primero que he leído a las 7 de la mañana ha sido la página 85 del libro que tiene Aullido (y más cosas) mientras recalentaba el café y me he tranquilizado:
(...)
debemos descansar en los brazos
del amor.
No hay descanso
sin amor,
no hay sueño
sin sueños
de amor-
sean locos o fríos 
obsesionados con ángeles
o máquinas,
el deseo final
es amor 
 -No puede ser amargo,
no puede ser negado,
no puede ser contenido
si es negado:
el peso es demasiado pesado

1 comentario:

Aver dijo...

¿Te dice algo eso de que la atención plena y la libertad son imprescindibles para alcanzar el estado que denominamos "amor"?

A ver si leo algo más tuya. First time, good feeling.